La Concejalía de Cultura y Festejos que dirige Dulce González emprende esta importante tarea en la cual destacan el complejo de esculturas del Parque Municipal, el San Juan Bautista La Salle y el Busto de Guillermo Sureda, entre otras obras.

El Ayuntamiento de Arucas, a través de la Concejalía de Cultura y Festejos que dirige Dulce González, revitaliza varios espacios emblemáticos con la restauración de 26 esculturas, poniendo en valor el amplio legado escultórico y arquitectónico del municipio.

Entre las numerosas figuras que se están restaurando destacan obras como el complejo de esculturas del Parque Municipal elaboradas por Abraham Cárdenes y su alumnado; así como “San Juan Bautista La Salle”, “Busto de Guillermo Sureda” y “Busto del Párroco José Déniz Rodríguez” de José Luis Marrero Cabrera; “Arucas” de Juan Bordes Caballero; el conjunto escultórico de Leopoldo Emperador y el “Busto de Pedro Marcelino Quintana” de Paula Cabrera González.

A renglón de esta importante tarea, el Ayuntamiento encargó al Doctor en Bellas Artes y Restaurador, Marcos Hernández Moreno, a principios de año, la redacción de un proyecto de restauración de diferentes obras escultóricas de gran valor artístico que presentaban cierto deterioro por las inclemencias meteorológicas, el paso del tiempo y por actos vandálicos.

Este trabajo de conservación está siendo realizado por el restaurador Isidro Larizgoitia Masa, quien también participó en la recuperación de todas las obras de Abraham Cárdenes y Alumnos que hoy en día se ubican en el Museo Municipal y sus jardines.

Según la Concejala de Cultura, “durante el mes de noviembre y diciembre podremos ver cómo las esculturas recuperarán su belleza para seguir siendo referentes culturales de nuestro patrimonio. El resultado de las primeras restauraciones es más que visible y resulta sorprendente como las figuras recobran prácticamente su estado originario y belleza creativa”. Uno de los objetivos del trabajo de la concejalía es “la conservación de nuestro patrimonio cultural y artístico puesto que es esencial tanto para mantener todo aquello que identifica a nuestro municipio como para mejorar la calidad de vida de los aruquenses en el sentido más amplio. El arte en la calle supone enriquecer nuestra existencia con nuevas visiones, aumentando los espacios de conocimiento, de convivencia, de disfrute y de emociones”, concluyó.