A través de los labrantes municipales adscritos a esta Concejalía, dirigida por Lidia Esther Morales, se está llevando esta intervención destinada a la reposición, en la lápida de cantería, de los nombres de los ciudadanos arrojados a diversos pozos del municipio durante la represión franquista de 1937.
La Concejalía de Patrimonio Histórico que dirige Manuel Rodríguez Santana comunicó hoy que los labrantes municipales adscritos a la Concejalía de Vías y Obras, que dirige Lidia Esther Morales Falcón, se encuentran acometiendo labores de restauración en la lápida del monumento a los desaparecidos que se ubica en el Cementerio Municipal de Arucas.
Dicha lápida fue colocada en el año 2010 y contiene 68 nombres pertenecientes a los desaparecidos durante la represión franquista de 1937 que fueron arrojados a diversos pozos del municipio de Arucas.
La lápida forma parte de una fosa panteón que el Consistorio instaló, con la colaboración del Cabildo de Gran Canaria, como monumento conmemorativo destinado a depositar, con dignidad y respeto, los restos óseos perteneciente a los veinticuatro ataúdes de los fallecidos que se han documentado en el proceso de intervención arqueológica desarrollada en el pozo del Llano de Brujas, Montaña Blanca.
Actualmente en la fosa sólo se encuentran los restos de 18 personas, puesto que los otros seis, pertenecientes a vecinos de Gáldar, se encuentran depositados en el Cementerio Municipal que se ubica en San Isidro, siendo trasladados en 2011 a petición de sus familiares.
Con el paso de los años algunas letras se habían visto dañadas o parcialmente borradas, debido al tipo de fijación que se le había dado por lo que, a petición de la Asociación para la recuperación de la Memoria Histórica de Arucas (AMHA), se ha procedido a su restitución.
Los trabajos se han canalizado principalmente en el tratamiento de la piedra, con la realización de un labrado en bajorrelieve, así como la imprimación -proceso por el que se prepara una superficie para una posterior impresión- con una solución hidrofugante, lo cual evita la filtración de agua que altere la superficie de la lápida.
Con este tratamiento se garantiza una mejor conservación de los textos y, asimismo, se da cumplimiento a una solicitud de la citada Asociación, que había sido tramitada al amparo del convenio de colaboración suscrito y firmado el pasado 14 de julio con el Ayuntamiento.