ESCUDO HERÁLDICO DE ARUCAS
HISTORIA E INTRAHISTORIA
El diseño del escudo heráldico de Arucas fue producto de un proceso largo y complejo, que se inició en 1946, cuando se solicita, por parte de en aquellos momentos, primer Cronista Oficial de Arucas, Pedro Marcelino Quintana Miranda, se aprobara un boceto diseñado por él mismo.
El procedimiento (que concluyó en 1954) estuvo plagado de algunas curiosidades, en el que se emitieron diversos informes por parte de varios asesores externos de reconocido prestigio (Simón Benítez Padilla, Eduardo Benítez Inglott, Pedro Cullen del Castillo y José de Rújula y Ochotorena) y no exento de un enfrentamiento personal entre el citado Cronista Oficial de Arucas y el Secretario General del Ayuntamiento, Jaime Pereira García, que trajo, no poco quebraderos de cabeza al que fuera Alcalde José Henríquez Pitti, al verse entre “la espada y la pared”, por ser amigo del Cronista Oficial, pero tener que seguir la legalidad vigente en aquellos momentos, marcada por el Secretario General.
Esta difícil situación comprometedora sólo pudo resolverse, a partir de 1952, tras el fallecimiento del citado Cronista Oficial, el traslado del mencionado Secretario (por petición propia) a otro destino administrativo y del nombramiento del Concejal Florencio Santana Sánchez, al que le unía una gran amistad con Pedro M. Quintana Miranda.
Según el expediente administrativo que se ha conservado, existieron cinco propuestas (algunas de éstas poseen a su vez varios diseños), cuatro que se estudiaron a la vez y otra que fue la decisiva. Las propuestas se presentaron a instancia de parte (en el caso del Cronista Oficial), por iniciativa de la Secretaría General (dos casos), o fueron solicitadas por la Alcaldía o por el Pleno Corporativo Municipal (dos casos), conservándose hasta 11 dibujos (tanto en color, como en blanco y negro).
Los proyectos se basaron en las propuestas de:
1.ª Pedro Marcelino Quintana Miranda (1886-1952), primer Cronista Oficial de Arucas. El dibujo fue encargado a Álvaro de Mendizábal, pero al haberse extraviado (según consta en el expediente), parece ser se hizo una copia por parte de un funcionario municipal de esa época, tal vez José Caballero Pitti (1929-2010), si bien su autoría no se ha podido constatar, al carecer de firma. Esta fue la primera propuesta, que sin bien fue aprobada por un Pleno, el 22 de febrero de 1946, no cumplía con las normas heráldicas del momento. Si bien el diseño es de 1946, se estima que este dibujo (copia de un original anterior) fue realizado en el año 1952.
2.ª Simón Benítez Padilla (1890-1976), materializado por dos bocetos del artista aruquense, de reconocido prestigio regional y nacional, Santiago Santana Díaz (1909-1996), que aparecen firmados. Dichos bocetos se mandaron a hacer, según las recomendaciones del citado Simón Benítez Padilla, en aquellos momentos Director de El Museo Canario. Se desconocen las razones por las que estos bocetos no fueron tenidos en cuenta.
Boceto 1. Realizado tal vez entre 1948 y 1949, si bien se desconoce la fecha exacta de su ejecución. Este boceto no se tuvo en cuenta, desconociéndose las causas del rechazo del mismo. Aparece por ver primera el lema benedictino “Ora et Labora”.
Boceto 2. Realizado tal vez entre 1948 y 1949, si bien se desconoce la fecha exacta de su ejecución. De los dos bocetos, éste fue el único que se tuvo en cuenta para su estudio.
3.ª Jaime Pereira García (1915-2008), Secretario General del Ayuntamiento (en aquellos momentos), si bien pudiera ser (aunque no se ha podido constatar) que fuera asesorado por Francisco Caballero Mujica (1921-2002), antiguo funcionario del Ayuntamiento y, posteriormente, historiador y Canónigo de la Catedral de Las Palmas, que propuso 2 proyectos. Según el expediente los dibujos fueron encargados a Antonio Doreste, desconociéndose la autoría de los mismos (al carecer de firma), si bien por el estilo parece ser todos los bocetos fueron ejecutados por un mismo dibujante.
Boceto 1, variante 1. Dibujo original y dibujo con correcciones elaborados en 1952.
Boceto 1, variante 2. Dibujo original y dibujo con correcciones elaborados en 1952
Boceto 1, variante 2. Dibujo final y original en blanco y negro, elaborado en 1952.
Boceto 2. Dibujo original realizado, probablemente, en 1952.
4.ª Así como el proyecto final dibujado por el Concejal Florencio Santana Sánchez (1910-1996), que aparece firmado. Existe un boceto previo dibujado a lápiz, que fue realizado por el funcionario Matías Silverio García Pitti (1928), según su propio testimonio (comunicación personal), si bien el citado Florencio Santana aseveró que fue el mismo el único autor del boceto (según publicó en un artículo de prensa).
Boceto a lápiz del diseño definitivo, que luego fue aprobado, probablemente realizado por el funcionario Matías Silverio García Pitti en 1953.
Dibujo final realizado por el Concejal Florencio Santana Sánchez, 1953. De todos los dibujos éste es el único en el que se hace constar la fecha de ejecución.
La Corporación Municipal y, sobre todo, su Alcalde, José Henríquez Pitti, con la ayuda de varios Concejales, entre ellos Florencio Santana Sánchez y, tal vez, del funcionario Manuel Pitti Batista, optó, al final, por no decantarse por ninguna de las cuatro propuestas, aunque se tomaron algunas referencias e ideas de dos de los diseños (el de Pedro M. Quintana Miranda y uno de los presentados por Jaime Pereira García).
Por lo que se encargó un diseño en base, sobre todo, a:
- Los informes del Director del Archivo y Museo Heráldico Nacional, José de Rújula y Ochotorena (1893-1961), VIII Marqués de Ciadoncha.
- Una referencia incluida en una carta que enviara el Director General de Administración Local, José García Hernández (que llegó a ser Vicepresidente del Gobierno y Ministro de Gobernación entre 1974 y 1975) al Alcalde de Arucas, fechada el 12 de noviembre de 1951 (que si bien tenía otro objeto, al tratar otros temas, de alguna manera influyó).
- La concesión del título de Laboriosa a la Ciudad de Arucas dado por Decreto 6 de febrero de 1953, en el que participó activamente, parece ser, el Secretario Jaime Pereira García, con la ayuda del Ministro de la Gobernación, el canario Blas Pérez González.
- Así como a las disposiciones establecidas en un Pleno Corporativo (celebrado el día 28 de febrero de 1953), en las que se establecían los elementos específicos que debían aparecer en el boceto final: corona de Marqués, colmena, magados y espadas superpuestos, así como el lema Ora et Labora.
De todo ello salió un primer boceto (realizado por el funcionario Matías S. García Pitti) y, luego, el diseño final al que fuera Concejal Florencio Santana Sánchez, dibujante reconocido, aprobándose con posterioridad (en Sesión Plenaria del día 16 de junio de 1953).
Finalmente, el escudo heráldico de la Ciudad de Arucas fue aprobado, mediante Decreto de 21 de mayo de 1954.
SIGNIFICADO HERÁLDICO
El blasón de Arucas se caracteriza por estar cortado en dos cuarteles, según la heráldica española. En el primer cuartel, sobre gualdo (color oro, amarillo, que simboliza la riqueza), se representa una colmena y abejas terrazada de sinople (verde), que simbolizan la laboriosidad y esfuerzo en el trabajo del pueblo de Arucas.
En el segundo cuartel, sobre gules (color rojo, que simboliza la sangre derramada en las batallas), se representan, en el cantón diestro inferior un magado (o maza indígena) color sepia, superpuesto a la espada de plata en forma de aspa, que simbolizan varias victorias de los indígenas sobre los conquistadores. En el cantón siniestro inferior, en igual disposición aspada, la espada de plata se superpone al magado indígena color sepia, simbolizando el triunfo final de los conquistadores.
En la parte superior (en el timbre), rematando el escudo, se representa la corona de los Reyes Católicos (corona de Marqués), símbolo de la incorporación al Reino de Castilla de la isla.
Debajo del escudo en divisas de armiño (que se identifica con la idea de sucumbir antes que deshonrarse) y letras de sable (negro) el lema Ora et Labora, reza y trabaja, que aluden a la religiosidad y al trabajo de los pobladores de Arucas.
Para algunos autores la representación del escudo tiene mucho que ver con el momento de su aprobación, en 1954, durante una de las etapas más duras del régimen franquista, en la que los símbolos significaban mucho. Así, de una manera u otra, los símbolos del escudo representaban parte de la doctrina de la dictadura franquista, la corona de los Reyes Católicos podría relacionarse con la unidad del Estado, una única España. La colmena y las abejas que simbolizan el trabajo, que incidiría en uno de los principales pilares que el régimen propiciaba. Las espadas cruzadas con los magados indígenas, una simbolizando batallas ganadas por los naturales (los antiguos canarios) y la otra, la decisiva, la final, en la que salieron vencedoras las huestes castellanas y, por tanto, la incorporación a la corona castellana. La gloria imperial, Castilla, luego España, que vence a sus enemigos. Finalmente, el lema benedictino reza y trabaja, supondría dos de las cualidades más buscadas y representativas del régimen dictatorial, un pueblo religioso y trabajador.
Ahora bien, tenga o no tenga la representación del escudo heráldico que ver, o no, con parte de la simbología franquista del momento, es un blasón que representa al pueblo aruquense, que después de 60 años, se ha asumido por la sociedad local, por lo que forma parte de nuestra historia e idiosincrasia y como tal, se ha asumido sin ningún tipo de acritud.
TEXTO: Oficina Municipal de Patrimonio Histórico. Concejalía de Cultura, Memoria Democrática y Patrimonio Histórico. Ayuntamiento de Arucas.
LA BANDERA DE ARUCAS
La actual bandera del municipio de Arucas tuvo su origen en una que, sin ser oficial, se utilizó hace décadas, principalmente, en encuentros y eventos deportivos (básicamente era un rectángulo partido en diagonal, con triángulo inferior de color amarillo y el superior de verde). Si bien, las Ordenanzas Municipales de Policía y Buen Gobierno, aprobadas en sesión plenaria celebrada el día 29 de noviembre de 1949, establecía en su artículo 4.º que el pendón de la Ciudad debía de ser de color carmesí y con escudo municipal bordado en el centro, además llevaría una bordura de leones, castillos, espadas cruzadas y yugos y flechas. El diseño de dicho pendón nunca fue llevado a la práctica y jamás se confeccionó, por lo que hasta el año 1995 Arucas carecía de bandera oficial.
El diseño actual partió de tres bocetos del que fuera Cronista Oficial de Arucas, Pablo P. Jesús Vélez, quien solicitó, unos años antes, asesoramiento al que fuera Concejal del Ayuntamiento, Florencio Santana Sánchez, quien, a su vez, en 1953, había realizado el dibujo definitivo del escudo heráldico de la Ciudad, que luego fue aprobado. Si bien el citado Florencio Santana realizó al menos nueve bocetos para la bandera, éstos no se incluyeron en el correspondiente expediente, al no ser remitidos oficialmente al Ayuntamiento.
Bocetos de D. Florencio Santana Sánchez, 1992, que nunca fueron remitidos al Ayuntamiento.
Primeros bocetos del Cronista Oficial de Arucas, 1994.
Derecha: bocetos realizados por el Cronista Oficial de Arucas, 1994 y corregidos según las indicaciones del Gobierno de Canarias.
El diseño final fue fruto de la materialización de diversas observaciones realizadas por la que, en aquellos momentos, Dirección General de Administración Territorial del Gobierno de Canarias y que fueron tenidas en cuenta por el Ayuntamiento, según acuerdo adoptado por la, en aquellos momentos, Comisión de Gobierno, en sesión celebrada el día 28 de julio de 1994. Siendo aprobado el mismo definitivamente según Orden de 6 de marzo de 1995, por la que se aprueba la bandera del municipio de Arucas (Gran Canaria), publicada en el Boletín Oficial de Canarias, N.º 42 de 5 de abril de 1995.
La bandera municipal se caracteriza, según las disposiciones oficiales, por tener un paño en proporción de 2:3, distribuido por mitad vertical, en campo amarillo oro al asta y verde esmeralda al batiente. Centrado en campo amarillo oro, aparece el escudo heráldico de Arucas en sus esmaltes originales, con fileteado en negro. Tiene, además, una proporción de 2:4 con relación al alto de dicho campo, que es el paño de la bandera. Finalmente el asta cilíndrica, cinada o rematada con plomo. En madera para, ser izada, en edificios públicos, y tubular en metal dorado, de iguales características para presidir los actos corporativos.
El amarillo oro simboliza la riqueza generada por la dedicación agrícola e industrial de los habitantes del término, en sus cinco siglos de historia.
El verde esmeralda representa las distintas modalidades agrícolas que lo han sustentado a lo largo del tiempo, así como de esperanza en un brillante futuro, fruto de la laboriosidad colectiva. Alegórico, a su vez, a la piedra preciosa de su color, que, extraída de la tierra, es símil del arduo trabajo de la tierra al cultivarla, frutos generadores de riqueza.
La verticalidad de los campos de la bandera, como símbolo de los dos pilares básicos y fundamentales sobre los que se ha apoyado en toda época el concepto de auge y bienestar de la población aruquense.
TEXTO: Oficina Municipal de Patrimonio Histórico. Concejalía de Cultura, Memoria Democrática y Patrimonio Histórico. Ayuntamiento de Arucas.